La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.


"La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo." (Plató)"

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"La filosofía no consiste en palabras sino en obras. No tiene por objeto pasar el día con un apacible entretenimiento para quitar su náusea a la ociosidad: ella forma y modela el alma, ordena la vida, gobierna los actos, muestra lo que debe hacerse y lo que debe ominitirse, está sentada al timón, y dirige la ruta entre las dudas y las fluctuaciones de la vida”. (Séneca, Cartas a Lucilio, XVI, 397).









lunes, 8 de noviembre de 2010

FEDÓN, la reminiscencia

— ¿La igualdad y lo que es igual no son, por consiguiente, una misma cosa?
— No, ciertamente.
— Sin embargo; de estas cosas iguales, que son diferentes de la igualdad, has sacado la idea de la igualdad.
— Así es la verdad, Sócrates; dijo Simmias.
— Y esto se entiende, ya sea esta igualdad semejante ya desemejante respecto de los objetos que han motivado la idea.
— Seguramente.
— Por otra parte; cuando al ver una cosa, tú imaginas otra, sea semejante o desemejante, tiene lugar necesariamente una reminiscencia.
— Sin dificultad.
— Pero, repuso Sócrates, dime: ¿cuando vemos árboles que son iguales u otras cosas iguales, las encontramos iguales como la igualdad misma, de que tenemos idea, o falta mucho para que sean iguales como esta igualdad?
— Falta mucho.
— ¿Convenimos, pues, en que cuando alguno, viendo una cosa, piensa que esta cosa, como la que yo estoy viendo ahora delante de mí, puede ser igual a otra, pero que la falta mucho para ello, porque es inferior respecto de ella, será preciso, digo, que aquel, que tiene este pensamiento, haya visto y conocido antes esta cosa a la que dice que la otra se parece, pero imperfectamente?
— Es de necesidad absoluta.
— ¿No nos sucede lo mismo respecto de las cosas iguales, cuando queremos compararlas con la igualdad?
— Seguramente, Sócrates.
— Por consiguiente, es de toda necesidad que hayamos visto esta igualdad fintes del momento en que, al ver por primera vez cosas iguales, hemos creído que todas tienden a ser iguales como la igualdad misma, y que no pueden conseguirlo.
— Es cierto.
— También convenimos en que hemos sacado este pensamiento (ni podía salir de otra parte) de alguno de nuestros sentidos, por haber visto o tocado, o, en fin, por haber ejercitado cualquiera otro de nuestros sentidos, porque lo mismo digo de todos.
— Lo mismo puede decirse, Sócrates, tratándose de lo que ahora tratamos.
— Es preciso, por lo tanto, que de los sentidos mismos saquemos este pensamiento: que todas las cosas iguales que caen bajo nuestros sentidos, tienden a esta igualdad inteligible, y que se quedan por bajo de ella. ¿No es así?

[...]

2 comentarios:

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  2. Aquest fragment que pertany a la obra de Plató titulada Fedó, l'hem escollit perque ens mostra clarament la comparació i l'existència del món sensible i el món intel·ligible. Crec que en aquest text podem apreciar la idea de que davant d'un món sensible existeix un món ideal ja que els objectes que percebem( món sensible) són imperfectes però al mateix temps participen del món de les idees ja que aquest és el fonament del model de món real i fa que tinguem una idea prèvia sobre què és l'objecte per poder-lo reconèixe'l com a tal. Per tant,crec que d'aquest text se'n pot extreure una reflexió entenadora i relacionada amb les idees platòniques. Per últim, estic d'acord en certa manera amb el pensament platònic sobre l'existència d'aquest dos mons ja que crec que un es necessita a l'altre i que es complementen.

    Eulàlia Ferreres Fernández

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